Los nativos de cualquier signo solar pueden manejar bien o mal sus energías y de ese mal uso es de donde podemos deducir su tendencia a equivocarse. Todo ser humano cae y se levanta como sinónimo de vida, pero si estamos advertidos de cómo dirigirnos por el camino de la realización positiva, el éxito será nuestro. Lo importante es, entonces, que los nativos de cada signo, teniendo conocimiento de los modos más frecuentes de incurrir en errores, puedan manejar su energía de manera tal que les sea posible transitar el camino de la vida con una mayor firmeza.
Los nativos del elemento Fuego, a través de su tendencia a la ostentación, expansión y desborde, se presentarán como activas aplanadoras, de no ser que toda su energía sea canalizada en actividades no rutinarias en las que se vean obligados a organizar y planificar.
Los signos del elemento Tierra, por su parte, aferrándose y acumulando todo y a todos para no rayar en la avaricia con el dinero y los afectos, han de orientarse abrazando la natural tendencia a la tozudez que tiene mucho de autoritarismo. Las actividades que se lo permiten son aquéllas en las que cuentan con buenos colaboradores, para ayudarlos a encasillar detalles y aceptando que no siempre las cosas deben hacerse como ellos quieren.
Desde el elemento Aire, la equivocación mayor será la relacionada con la tendencia a cambiar porque sí o por los demás, pero no por deseo totalmente concientizado lo que puede hacerlos aparecer como oportunistas o como hojas al viento. La mejor manera de orientación será, para estos signos, la que los lleve a conocerse íntimamente para poder así tomar una postura y sostenerla hasta que ellos mismos determinen lo contrario, pero siempre desde la concientización.
Por último, los emocionales signos de Agua, dueños de un enorme poder de penetración en la mente de los otros, deberán utilizar toda esta intuición en aras del bienestar de los otros y no para lograr sus fines personales.